Acoso sexual

Yosi era un hombre que no se sentía bien consigo mismo, en el trabajo los compañeros le habían puesto el ojo y todo porque tenía dos portentosas nalgas más grandes que las de Jennifer López, cada vez que se levantaba para ir al baño las miradas iban directo a la parte baja de su espalda, al saberse observado, se volteaba y hacía ásperos comentarios sobre el trabajo que habían realizado sus progenitoras en el pasado. El que más lo acosaba era un compañero morboso de corta estatura apodado el enano pachín , quién en varias ocasiones lo había invitado a comer un crocantino en la gasolineria de la esquina. Yosi reaccionaba con comentarios duros a los avances de pachín tales como: "que te pasa enano hijueputa que crees que soy maricón !!!", "ven para mearte tatú mamador de a bolsa". A pesar de las demostraciones de furia, yosi sabía que sus nalgas le habían abierto muchas puertas en su trabajo, por ejemplo: los compañeros siempre le cedian el puesto en la fila de la comida (ojo pero siempre adelante de la persona que lo dejaba meterse), recibía jugosos aumentos de sueldo todos los años sin explicación aparente y a la hora de salida se peleban por llevarlo a su casa, en fín eran muchas las señales que indicaban que su cuerpo (y principalmente sus nalgas) eran capaz de arrancar las más bajas pasiones entre sus compañeros. Cansado de sentirse acosado y poseido por sus miradas renunció al trabajo y abrió un gabinete en la chala, al principio el negocio no iba bien, debía obtener más dinero si queria mantener a flote su negocio y fué entonces que se acordó de "el monstruo de la valdivia" un ex compañero de trabajo que tenía una tarjeta de crédito con cupo ilimitado, gracias a esta el negocio de Yosi pudo salir adelante, por fín había logrado lo que siempre había querido, tener un negocio propio, su vida cambió porque sabía que nunca más iba a usar sus nalgas para ganarse la vida.

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